Tayta Bird: "Para reiniciarse debemos dejar todo, escuchar aún más dentro en nuestro corazón y dejarlo fluir" • WhiteNoise

El inicio de mi viaje: Música y discriminación 


Músico, productor y viajero / Embajador musical de la marca Native Instruments / Ganador del EPC Ministerio de Cultura / Embajador Cultural de la Municipalidad Anccohuayllo / Co-Fundador del festival Api Fest (Lima Norte) 




Soy Tayta Bird, músico y viajero, Apurimeño de Alma pero nacido en Lima; al vivir en la gran capital he estado expuesto a muchas situaciones desde sonidos, imágenes, tradiciones y la famosa discriminación, recuerdo que mis compañeros del colegio golpeaban a otro compañero tan solo por que se apellidaba Vicuña, sin ninguna razón veía como se humillaba a las personas que descendíamos de migrantes olvidándose que en los años setentas el 90% de personas que vivían en Lima no había nacido en Lima. Todas estas experiencias marcaron en mí una herida que durante muchos años me acompaño gritando dentro mio "Lo de afuera es  mejor", "niega donde vienes", "no hables el Quechua", me di cuenta que todas estas palabras no las escuchaba solo yo sino también miles de personas, mis padres, mis amigos e incluso mis compañeros del colegio; discrimine mis propias raíces negando así todo un legado familiar y cultural que se escondían en forma de una semilla en mi ADN. 


En todo este camino la música me encontró en la adolescencia, amaba la música pero seguía escuchando las mismas frases dentro mío, pero ahora decían "la música en inglés es mejor", "el mejor sonido es el europeo" y más locuras que crecían en mí. Luego de muchos años de caos, decidí simplemente irme, dejando todo sin ningún plan y dinero; en mi mochila llevaba mi cámara, un sol de pan, una botella de agua y mucha esperanza, esperanza de encontrar algo que había perdido pero que sabía que me estaba llamando. Cuando salí de casa automáticamente mi chip se cambio, había que sobrevivir y en mis planes no estaba regresar sin encontrar eso que buscaba. 


En todo el camino, me encontré con buenas personas que me llevaron por toda la ruta pero tuve que hacer mini-trabajos desde cobrador hasta jalador. El viaje hasta mi pueblo es aproximadamente 12 horas pero lo hice en 28 horas; llegue a Uripa Apurimac, mi pueblo, el pueblo de mis ancestros. Mi llaqta me recibía con un gran abrazo y por más que el aire era heladito el calor de su cielo abrigaba mi alma. Esto es solo el principio, a veces simplemente para reiniciarse debemos dejar todo, replantearnos la vida, escuchar aún más dentro en nuestro corazón y dejarlo fluir, este fue el inicio de mi viaje y cuando todo empezó me di cuenta que esa semilla, que estaba sembrada en mi ADN, germinó.

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